La corrupción política que estos días aflora desde el nido socialista del paseo de Sarasate, y que se difunde por toda la geografía llegando hasta Bruselas, no es más que uno de los flecos que deslucen a la sociedad navarra.

El dramático viraje del pueblo navarro

El pueblo navarro siempre estuvo constituido por gente piadosa. El primero en exportar misioneros a los lugares más recónditos y empobrecidos de la Tierra. Amante de sus tradiciones, sustentadas en una Fe sentida y arraigada, pero no ciega y fanática sino bien lúcida y razonada. El navarro más humilde podía no poseer un gran bagaje cultural o académico, pero su actividad y presencia rebosaban nobleza, tesón, casta, sobriedad y un gran sentido profundo de las cosas. Todo ello permitía que aflorase de manera natural una dignidad que podía apabullar al espectador y que no necesitaba de aderezos ni demostraciones. El hombre navarro, la mujer navarra, siempre fue persona bondadosa, generosa, alegre, sin dobleces, amante de la vida y de la naturaleza, … Todo ello gracias a que su vida estaba presidida por Dios y una doctrina, la católica, que era el referente moral de su conducta y de su forma de pensar.

Sin embargo, el fatal viraje de los navarros los ha sacado de las iglesias y, en el mejor de los casos, les ha edulcorado la Fe. Ya no hay una moral limpia y clara que guíe la conducta de este, antaño, noble pueblo. Se ha perdido la conciencia de las acciones inmorales. ¿Para qué confesar los pecados? Cómo purgarlos si no se es consciente de su existencia. Por eso, de la corrupción sólo podremos conocer una pequeña parte que pueda trascender de un estilo de vida infectado de pobreza ética. Está ocurriendo en todo el país, pero en el viejo reino de Navarra se percibe con especial dramatismo. Todavía hoy se pueden apreciar algunos restos de aquel esplendor de personas dotadas de una humanidad sana, bondadosa, humilde y de sencilla religiosidad.

El dramático viraje del pueblo navarro
Un político que defiende el asesinato como medio para conseguir romper este glorioso país y que, naturalmente, huye de la Eucaristía, como cuervo que guía el diablo, convocada para dar gloria al santo cuya festividad es la más universalmente conocida

La señal más evidente la vemos reflejada en los políticos que fluyen de nuestros pueblos navarros. Cintruénigo, Milagro, Corella, pero también podríamos referirnos a Tierra Estella, Baztán o el mismo Pamplona, han nutrido siempre la sociedad de personas nobles, honestas, rigurosas y capaces. En la actualidad sufrimos a personajes mediocres, innobles, esclavos de sus pasiones y vicios, ávidos de riquezas y poder. En el mejor de los casos, buenistas condescendientes con perversas ideologías que han contribuido a nuestra degradación. Podríamos recordar al ya anciano Gabriel Urralburu, sacerdote secularizado, natural de Ezcároz, uno de los actores de la trama navarra del caso Roldán, que acabó sus días en la política condenado a cárcel por los mismos delitos que ahora se le imputan a Santos Cerdán.

Pero los políticos no son más que el reflejo de una sociedad que se ha doblegado a la impiedad, la vulgaridad, el fanatismo ideológico y hasta la falta de decoro. Cada vez es más frecuente cruzarse con personajes extravagantes de cabellos pintados con colores chillones y fosforitos. Pueden ser mujeres maduras u hombres de la más variopinta estirpe. Se hace gala de una estética tatuada de representaciones de la más variada simpleza. Al conversar, las ideas son defendidas con argumentaciones pobres y absurdas; inculcadas desde soflamas mediáticas o apoyadas en la demagogia política interesada y manipuladora. El sentido común les ha abandonado y se mantienen fieles a opciones por el mero hecho de ser aquello por lo que siempre han optado.

Podría pensarse que las referidas son cuestiones secundarias que no tienen una incidencia importante. Nada más lejos de la realidad. La degradación de la sociedad navarra, amén de atiborrarnos de políticos corruptos, mediocres y hasta chabacanos, sufre la mayor tasa de rupturas familiares. El índice de suicidios es de los mayores de España, también entre adolescentes. Depresiones, ansiedades, personalidades bipolares, fobias y fijaciones irracionales que complican la convivencia más próxima hasta llegar al absurdo. Todo un compendio de anomalías que generan sufrimiento y hasta amargura. La enseñanza se ha empobrecido hasta límites alarmantes. Nuestros adolescentes y jóvenes andan confundidos entre ideas que les induce a profundizar en todo lo que les degrada. Las acciones terroristas que hasta hace poco nos tenían sometidos entre la muerte y el dolor, se pasan ahora por alto permitiendo que aquellos que formaban parte de la mafia criminal sean los que ahora mandan y gobiernan.

Pues bien, este es el progreso que entre todos nos hemos proporcionado desde el final de la década de los setenta. Unos años en los que se amasó este declive que ahora se percibe cada vez más claramente.

En otros medios:

Periodista Digital

Navarra información

Hispanidad.com

La Tribuna del País Vasco

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  2 COMENTARIOS
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Miguel Ángel

14/07/2025 a las 21:30

Y como soy de Carcar agradezco la mención a J L Mendoza, antiguo sacerdote salesiano e hijo de Luis Mendozs ciego al explorate una bomba luchando en el banco nacional. Le preguntaba a JL si había disparado en Nicaragua y contesto que el no había ido allí a rezar rosario. Un impresentable

José Manuel Contreras

José Manuel Contreras Naranjo

13/07/2025 a las 00:00

Un amigo en redes sociales me hace un comentario que traslado recordándome acertadamente a esos curitas misioneros que se hicieron del PSN (Urralburu, Arbeloa, Otano, Ripa, Felones y muchos más) cuando no de Herri Batasuna como Zabaleta. Cambiaron a Dios por el Becerro de Oro, como Judas vendieron a Cristo por unas papeletas electorales y ahora el Diablo se enseñorea de nuestra tierra.

Yo añado también a José Luis Mendoza Peña, consejero de educación del gobierno nacionalista de Uxue Barkos. José Luis es natural de Cárcar, en la ribera del alto Ebro, cuya lengua materna es el castellano, como la de todos en Cárcar. Aunque en su biografía oficial que circula por internet lo muestra como licenciado en Ciencias Eclesiásticas, he podido saber con certeza que recibió el Orden Sacerdotal. Luego se casó y posteriormente se divorció. Es maestro, pero cuando le apretó la vena luchadora por la justicia social se fue de guerrillero luchando en las filas del Frente Sandinista de Liberación Nacional de Nicaragua.